Monday, March 9, 2009

Colombia: Rozental y Morris en la lista de los incómodos

Folks,

This is an important piece by Italian journalist Simone Bruno, posted on ALAI AMLATINA earlier today in Spanish. It's about the latest linkages and insinuations made about Manuel Rozental, physician, social justice activist, and long time member of the ACIN's Communication Team, through the Colombian corporate media by nefarious forces trying to derail popular processes. Please share it far and wide.

MAMA


Colombia: Rozental y Morris en la lista de los incómodos

Simone Bruno

ALAI AMLATINA, 09/03/2009, Bogotá.- La primera vez que vi a Manuel
Rozental se afanaba en el centro de comunicación desde donde se hacia el
cubrimiento y la coordinación de la Minga Indígena. Era la primera minga
de los Nasa del Cauca, no la que se conoció en todo el mundo el pasado
octubre, sino la del 2004, la primera gran marcha de protesta contra el
gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Manuel es un cirujano, vive de esto y opera en Canadá, pero es también
un activista, pensador y comunicador y cuando deja el bisturí comparte
su vida con los Indígenas Nasa. Pocas personas tienen su experiencia en
el campo del derecho a la salud y en el trabajo con las organizaciones
indígenas. Ha trabajado en muchísimas entidades, otras las ha creado o
ayudado a nacer y se ha desempeñado para que la ONU reconozca los
sistemas de salud de las comunidades indígenas.

La semana pasada la revista Cambio ha relacionado su nombre con el de
Hollman Morris, el periodista colombiano más conocido y premiado en el
mundo (1). Según la importante revista, los dos tienen conexiones con
grupos guerrilleros: “En octubre, Sara le dice a Reyes que Aníbal -al
parecer un jefe de frente- está preocupado porque el Eln le está copando
su territorio y porque algunos de sus cuadros se pasean por allí con
Morris y con Manuel Rozental, un amigo de este. En esos momentos las
Farc y el Eln libran una cruenta guerra por el control territorial en
Cauca y Arauca.”

Las informaciones han sido filtradas a la revista por agentes del Estado
y saldrían de la computadora de Raúl Reyes, el comandante guerrillero de
las Farc matado hace un año en territorio ecuatoriano, por una incursión
militar colombiana que ha causado la más grande crisis en la historia de
los dos países (2).

La presunta computadora de Reyes, según el gobierno colombiano, habría
sobrevivido al bombardeo y estaría llena de increíbles informaciones que
mágicamente se filtran a la prensa justo cuando le son más útiles. El
mismo gobierno colombiano, después de los ataques empezó a hablar de
esta computadora y de varios materiales informáticos (Usb y discos
duros) que contienen importantes datos. Sucesivamente, y en respuesta a
numerosas críticas de autenticidad, se solicitó el análisis de la
Interpol. Los investigadores comprobaron que el computador y archivos no
habían sido manipulados luego de la muerte de Reyes. Lo que no pudieron
confirmar, obviamente, es que el computador, los discos y las usb se
encontraran, todos o algunos realmente en el campamento.

Tampoco el gobierno se ha preocupado por difundir todas las
informaciones, sino que cuando se encuentra en dificultades filtra
presuntos correos de Reyes para atacar y delatar el crítico del momento.
Nadie certifica si estos documentos filtrados estaban entre los que
controló la Interpol, simplemente aparecen en los medios amigos del
gobierno, como, por ejemplo, fue el caso del referido al asesor indígena
Héctor Mondragón (3).

Un ataque a la Minga Indígena

Atacar Manuel es atacar la Minga Indígena que ha recorrido el país entre
octubre y noviembre (4). Desde la misma ACIN (Asociación de Cabildos
Indígenas del Norte del Cauca) con un comunicado defienden a Manuel:
“Nuestro compañero Manuel Rozental ha sido señalado en un artículo de la
edición de la revista Cambio del 4 de marzo de 2009. El artículo fue
escrito para atacar al destacado periodista Hollman Morris que
valientemente ha mostrado la situación de los pueblos indígenas y el
señalamiento a Manuel se hace en una forma tal que deja su nombre
expuesto a la acción de los sicarios, que con señalamientos así proceden
a ‘hacerle la vuelta’ al señalado, sin que haya una acusación específica
de la cual pueda defenderse pero obligándolo a escoger entre la muerte
civil o ser víctima de los sicarios. […]El señalamiento contra Manuel
Rozental, motivador del Tejido de Comunicación (medio de comunicación
indígena alternativo n.d.r.) y demás procesos, hace parte de la campaña
de difamación contra nuestro proceso legítimo de defensa integral del
territorio y de la vida toda. […] Claro que no es la primera vez que lo
hacen, puesto que durante la Minga Social y Comunitaria, cuando Rozental
hacía una denuncia a través de la ‘W’ Radio, también lo acusaron en
público vinculándolo con las Farc. Este señalamiento, continúa una serie
de ataques contra el Tejido de Comunicación de la ACIN que cumplió una
importante labor periodística durante la Minga de Resistencia de los
Pueblos en octubre y noviembre y ha estado siempre divulgando la
información sobre la problemática que afecta al pueblo Nasa y sus luchas
por resolverla”.

Efectiva y curiosamente Hollman y Manuel han sido protagonistas en la
última Minga, cuando el periodista logró presentar en su programa
Contravía una serie de ataques violentísimos de la fuerza pública contra
la marcha pacífica de los indígenas (5).

Fuentes sin credibilidad

Es objetivamente muy difícil creerle al gobierno o a sus órganos de
inteligencia sin tener la posibilidad de comprobar las informaciones que
de ellos provienen. Cómo confiar en la inteligencia policial, por
ejemplo, si en Mayo del 2007 el presidente ha tenido que despedir 11
generales para encubrir un enorme escándalo de interceptaciones ilegales
a periodistas y miembros de la oposición. El mismo DAS (Departamento
Administrativo de Seguridad), o sea el organismo de inteligencia civil a
la dependencia directa de la presidencia, está involucrado en los peores
escándalos de su historia desde que Uribe llegó a la presidencia. Solo
para citar algunos, en octubre de 2005, los colombianos supieron que el
DAS estaba infiltrado por los paramilitares o más bien estaba al
servicio de ellos. El entonces director Jorge Noguera ha sido acusado de
homicidio y concierto para delinquir y de haber utilizado el DAS para
lavado de plata. El mismo Noguera fue jefe de la primera campaña
presidencial de Uribe en el departamento del Magdalena y es también
acusado de haber desviado en aquella ocasión 200.000 votos a favor del
presidente. Noguera ha sido inicialmente defendido abiertamente por el
presidente, que puso, por suerte suya metafóricamente, la mano en el
fuego por su colaborador; fue obligado a dejar su cargo, pero Uribe lo
premió con el consulado de la ciudad de Milán.

La nueva directora María del Pilar Hurtado ha sido obligada a renunciar
en octubre del 2008 por una serie de intercepciones ilegales a
opositores políticos del presidente. El actual director Felipe Muñoz
Gómez se encuentra en medio de un nuevo y enorme escándalo de
intercepciones ilegales. El DAS continúa quemando directores y manos
presidenciales, tanto que es difícil encontrar quien quiera subirse a
este cargo mientras Uribe se encuentre en la presidencia.

El Congreso, a su vez, se encuentra en medio del más grande escándalo de
la historia republicana, conocido como Parapolítica que por el momento
ha involucrado a 72 parlamentarios, entre congresistas y senadores, en
la absoluta mayoría de partidos que apoyan el presidente, en crímenes
relacionados con el paramilitarismo.

También las fuerzas armadas tienen su gran escándalo: el mal llamado
escándalo de los falsos positivos(6) que la ONU define Ejecuciones
extrajudiciales y que no son otra cosa que civiles masacrados por el
ejército a cambio de recompensas. En este caso también han sido
destituidos tres generales y 24 entre oficiales y suboficiales, pero
como siempre no hay juicio penal serio y no se llega hasta los máximos
responsables.

Los falsos positivos entran en la definición de crimen de lesa
humanidad, así como está tipificado en la Corte Penal Internacional, que
viene estudiando el caso colombiano muy atentamente. Además la misma
oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos ha reconocido en su ultimo informe, presentado la semana pasada,
que existen patrones en las ejecuciones extrajudiciales en el país: “no
son hechos aislados, sino una práctica muy extendida, cometida por un
importante número de unidades militares a lo largo de todo el país”. La
existencia de patrones es una de la exigencia de la definición de
crímenes de lesa humanidad.

Si estas son las instituciones civiles y militares, ¿cómo puede Cambio
seguir dándole crédito a las informaciones del computador mágico que le
llegan tan sospechosamente en el momento que más le sirve al gobierno?
Además conociendo muy bien las capacidades de palacio para crear falsos
testigos o inventar pruebas para desacreditar a los opositores, como en
el caso de la Corte Suprema de Justicia que es la encargada de las
investigaciones de la parapolítica y que ha sido victima de campañas de
desprestigio como las de Job y Tasmania ¿no sería oportuno verificar las
noticias?

Campaña de desprestigio

Periodistas como Hollman Morris o Daniel Coronell(7) siempre han sido
blancos presidenciales, por el simple hecho de no acomodarse a las
verdades oficiales y querer ejercer seriamente sus profesiones. Este
juego contra Hollman y Manuel, a lo cual se presta el semanario Cambio,
viene luego de que Hollman ha sido atacado dura y vergonzosamente por el
mismo presidente. ¿Su culpa? la de siempre, mostrar la guerra colombiana
a través de la voz y las vidas de quienes la viven en su piel. La culpa
de esto es doble, en un lado hablar de guerra, cuando la retórica
presidencial la niega, afirmando que solo hay terrorismo en Colombia, la
segunda dar voz a las víctimas que probablemente no están de acuerdo con
las versiones oficiales.

Son 15 años en los que Morris cuenta la historia del conflicto
colombiano, dándoles voz a las víctimas que los grandes medios de
comunicación casi siempre olvidan. Siendo un testigo incómodo, como el
título de la película sobre su historia que está dando la vuelta en
todos los festivales europeos. Hollman es quien cuenta la otra cara del
conflicto, la cara violenta, de las victimitas, el alma negra de la
guerra que el presidente niega cuando niega la existencia misma del
conflicto.

Que bueno sería si los periodistas de Cambio se tomaran la tarea de ir a
ver lo que pasa en su país, así como lo hace Hollman, en vez de
reproducir los comunicados de la casa de Nariño. Los problemas para
Hollman han empezado el pasado 8 de febrero, cuando el grupo Colombianos
y Colombianas por la Paz logró la liberación unilateral por parte del
las Farc de seis de sus rehenes. Hollman se encontraba en el lugar de la
primera liberación haciendo una cobertura para Radio Francia
Internacional (RFI), después de haber pasado varios días en la selva
intentando entrevistarse con un alto mando de la guerrilla, como el
mismo Hollman nos ha confirmado. Mientras Hollman volvía a la ciudad de
Florencia fue interceptado con su camarógrafo por el ejército con el
intento de secuestrar su material periodístico. Sucesivamente miembros
de la DIJIN, la policía judicial colombiana, han fotografiado y grabado
los periodistas con finalidad desconocida, y solo después de muchas
horas y la intervención de varios organismos humanitarios los dos fueron
liberados.

Luego la ira presidencial se ha dirigido en contra de Hollman acusándolo
de dos cosas: la primera de haber entrevistado a los secuestrados, que
iban a ser liberados el mismo día, bajo amenaza de la guerrilla; la
segunda acusación es de haberse escapado de la escolta que le brinda el
gobierno, después de haber sido obligado por la CIDH (Corte
Interamericana por los Derechos Humanos). Olvida el gobierno decir que
estas entrevistas jamás han sido trasmitidas, que la CIDH obliga al
Estado colombiano a proteger a Hollman por las amenazas que ha recibido
después de que el mismo presidente lo hubiera señalado públicamente en
2006 (8). Además, el gobierno olvida también una sentencia de la Corte
Constitucional Colombiana de 2008 en la cual se reconoce: “Cuando se
trata de un periodista que pese a las amenazas decide continuar sus
investigaciones, es probable que requiera de esquemas especiales que
tengan en cuenta la totalidad de los derechos involucrados. En
particular, es obvio que los comunicadores pueden requerir cierta
privacidad para poder entrevistarse con una fuente reservada o hacer
ciertas indagaciones”. La protección del periodista en riesgo no puede
afectar su libertad de expresión.

Nos unimos también al reclamo de Manuel Rozental a la revista Cambio:
“Exijo que se retracten de manera inmediata, definitiva y pública de las
mentiras que allí se plantean (en Cambio). Han actuado contra mi honra,
mi buen nombre y mi integridad y al servicio de ‘fuerzas oscuras’, que
fabrican falsedades que engañan y matan para someternos a la injusticia
y al dolor. Retráctense y pongan en evidencia a sus fuentes para romper
una complicidad criminal. Esa es mi exigencia por la Verdad y la Vida.”

* Texto completo en http://alainet.org/active/29317

Notas

1) Premio Defender de Human Rights Watch, premio Canadian Journalist for
Free Expression, varios reconocimientos de Reporteros Sin Fronteras,
premio Nuevo Periodismo 2007, sólo para citar unos, y una película sobre
su trabajo en concurso en varios festivales europeos ahora.
2) http://alainet.org/active/22528&lang=es
3) http://alainet.org/active/26081
4) http://alainet.org/active/26902&lang=es
5) http://www.youtube.com/watch?v=Wxm8XKHnf8I
6) http://alainet.org/active/27176
7) http://alainet.org/active/20145
8) Uribe acusó a Morris de tener conexiones con la guerrilla después que
hizo una cobertura para la BBC de Londres, de un ataque a un pueblo
indígena por parte de las Farc. En aquella ocasión, al presidente le
tocó ofreces públicas disculpas a Hollman.

Más información: http://alainet.org
______________________________________
Agencia Latinoamericana de Informacion
email: info@alainet.org

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